Carta al comandante Fidel Castro del Honorable Ministro Louis Farrakhan

14 de agosto del 2006

A todos los trabajadores y creyentes de la Nación del Islam y simpatizantes.

En representación de mi familia, los miembros de la Nación del Islam y yo mismo, oramos para que Alá (Dios) te permita una rápida y completa recuperación para que puedas reanudar tu deber con la gente de Cuba y del mundo. También, en representación de mi familia, los miembros de la Nación del Islam y yo mismo, te deseamos un feliz cumpleaños atrasado y le pedimos a Alá (Dios) que te bendiga con muchos más.

Querido comandante Castro, la idea de prestar servicios a la necesidad de la gente en lugar de la idea de ganar bienes materiales es la esencia de la revolución. Esta idea de servicio es la fuerza que impulsa la Revolución Cubana, la cual representa el estado de fecundación a lo que la gente del cristianismo, judaísmo e Islam llaman el Reino de Dios. Creo firmemente que Alá (Dios) te ha elegido y a la gente de Cuba para iniciar este proceso de servir a las necesidades humanas y así preparar el escenario para que toda la gente benevolente emule esta forma de servicio a otros. Jesús dijo, “Aquél que sería el mayor entre todos ustedes, déjenlo ser su sirviente”. Con respecto a esto, tú eres uno de los más grandes líderes que ha surgido en el siglo 20, creando los cimientos de un verdadero ejemplo de servicio para todos los que liderarán en el siglo 21.

En conclusión, tú y la revolución que has inspirado ha enfadado a mucha gente rica y de estatus, quienes se han enriquecido a costo de los pobres. Creo que por ello Jesús le dijo a la gente de Sus días: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja a que un hombre rico entre al Reino de Dios”.

Por favor recuerda lo que te dije en nuestra última reunión, que no hay tal cosa como la muerte para Fidel Castro, pues tú eres una idea a la que le ha llegado su momento; y esa idea es profunda en la mayoría de la gente cubana y ahora en los corazones de muchos a lo largo del mundo. Esta idea continuará creciendo y continuarás creciendo con ella más allá de la tumba.

Que Alá (Dios) continué bañándote con Sus Bendiciones para ti y para aquellos que ayudan en el servicio de los demás.

Sinceramente y con mucho amor y gran respeto,

Soy Tu Hermano y Sirviente,

El Honorable Ministro Louis Farrakhan

Sirviente de los perdidos-encontrados

Nación del Islam en el oeste

 

HMLF/sm